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Hola! este espacio esta pensado para compartir con Ustedes la manía por los Shih Tzus, una linda raza de perros de compañía, que son super inteligentes, cariñosos, como podrán ver en esta página, y en sus enlaces. Pueden dejar sus comentarios para mejorar la página o añadir alguna inquietud. Yo con gusto responderé a sus
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jueves, 31 de mayo de 2007

Parasitos en los perros

Los parásitos Internos o Intestinales

Los parásitos internos en los perros son más comúnes de lo que se cree, y el control adecuado de estos parásitos es muy importante, sobretodo en los cachorros. Su importancia no solamente radica en los problemas que pueden producir a los perros infestados, sino que muchos de ellos son transmisibles a las personas. La clave para poder luchar contra los parásitos intestinales de los perros es su reconocimiento, saber como actúan sobre la mascota y, finalmente, saber como eliminarlos. Para esto, es necesaria la ayuda del médico veterinario para poder ofrecerle el mejor tratamiento a tu perro.

A continuación enlistaremos los principales parásitos intestinales:

Gusanos redondos.
También se les denomina "ascaridos". El principal es Toxocara canis. Son los más frecuentes. Su aspecto es largo y redondo, por eso popularmente se dice que son como "espaguetis". En cachorros llegan a producir diarreas generalmente. Algunas veces, los parásitos se desplazan o "migran" al sistema respiratorio y pueden causar tos. Si hay mucha cantidad de estos gusanos, el perro puede presentar vómitos.

Los perros se contagian a través del contacto de los huevos presentes en las heces de otro perro infestado. En cachorros también se trasmiten durante el parto y/o a través de la leche de la madre. El control de este parásito es importante, ya que puede contagiarse a las personas y dar una enfermedad muy grave: la "larva migrans". Es decir: una larva de este gusano que sigue desplazándose por el cuerpo. Esto es especialmente importante en los niños, ¡procure llevar normas higiénicas básicas y desparasite correctamente a su mascota!



Gusanos planos.
También son muy frecuentes, el principal es Dipylidium caninum. Son cortos y planos, por eso se les conoce popularmente como "granos de arroz", aunque a veces su aspecto se asemeja al de la "pasta de semilla de melón". Su principal vía de transmisión es a través de los huevos presentes en las pulgas, aunque en ocasiones se pueden transmitir si los perros comen algún roedor, conejo o pájaro. En las heces de los perros encontramos los parásitos adultos, raramente observamos los huevos.

Recuerda que la mejor prevención consiste en el control de las pulgas en tu perro y en el ambiente.

Existe otro parásito incluido en este grupo, es Echinococcus spp. Su presencia en el perro es muy rara; sin embargo, hay que prevenir la aparición de este parásito, ya que tiene una gran importancia sanitaria en los humanos. Este gusano es el responsable del "quiste hidatídico". Debido a esto, la desparasitación del perro vuelve a ser muy importante.


Gusanos con ganchos.
Estos parásitos viven en el intestino del perro fijados o adheridos a la pared del mismo por medio de unos ganchos. Los mas conocidos son Uncinaria spp. y Ancylostoma spp. Son mucho menos frecuentes que los descritos anteriormente. Producen diarrea, muchas veces con presencia de sangre (digerida o fresca).

Estos parásitos succionan sangre, con lo que a veces los perros pueden presentar anemia marcada. Infestaciones graves pueden producir la muerte de los cachorros. El contagio se produce a través del contacto con heces donde se encuentran los huevos. En cachorros puede existir contagio de la madre durante el parto y durante la lactación.

Trichuris vulpis.
Es un parásito bastante común en el intestino de los perros. Tiene forma de "látigo enrollado". Produce diarrea con presencia de moco y sangre fresca. Muchas veces va acompañada de vómitos. Su diagnóstico es a veces difícil porque es difícil encontrar los huevos en las heces durante los exámenes coprológicos. El contagio se produce a través del contacto con las heces infectadas. Tenemos que controlar el ambiente porque los huevos son muy resistentes en el exterior.

Strongyloides stercolaris.

Es poco frecuente en perros aislados, pero afecta normalmente a cachorros que viven en grandes grupos. El contagio se produce a través de las heces de los animales infectados. Generalmente produce diarreas y el animal frecuentemente está apático. Algunas veces puede causar problemas respiratorios debido a la migración de los parásitos.

Coccidias.
Estos parásitos no producen ningún problema en la mayoría de los perros adultos, sin embargo, algunas veces pueden producir diarreas severas, sobretodo en los cachorros. Su presencia es frecuente en los cachorros provenientes de las tiendas de mascotas, de la calle, de las perreras, de las protectoras y de los criadores irresponsables. Sólo se tiene que realizar tratamiento en los animales en los cuales se ha diagnosticado; no es conveniente hacer tratamientos preventivos. Los tratamientos son la mayoría de las veces muy largos.


Giardias.


Muchos perros presentan diarrea debida a la infección por este parásito microscópico. Las personas pueden contagiarse, aunque no está claro si es el perro el origen del contagio. La eliminación de quistes (estado larvario de la Giardia spp.) en las heces es la principal fuente de contagio en los perros. Tienes que tener en mente que estos quistes viven durante períodos largos de tiempo en el agua encharcada.

El signo clínico más común que se presenta es la diarrea crónica, alguna vez puede observarse sangre fresca en las heces. Al igual que en las coccidias, no hay que hacer desparasitaciones preventivas, hay que tratar únicamente a los animales enfermos. Sin embargo, existe en el mercado una vacuna contra la Giardia que ha resultado muy eficaz en el control de la misma, te recomendamos que hables con tu médico veterinario para que te hable acerca de ella.

Diarreas  agudas  y crónicas por Giardia

El agente causal de la Giardiasis es un protozoario del intestino delgado de los mamíferos , llamado Giardia (Giardia lamblia).

La Giardiasis es una enfermedad de los mamíferos, es decir que afecta a perros, gatos, animales silvestres y al hombre. Por lo tanto es una enfermedad zoonótica. (transmitida de los animales al hombre).

Si bien la Giardiasis no se diagnostica frecuentemente , esto no significa que no exista, ocurre que no se incluye como diagnóstico diferencial de posibles causas de diarrea , sobretodo en niños. Según estudios realizados hay una incidencia muy alta de esta patología.


La Giardiasis en los animales:

La giardia es un habitante del intestino delgado. Luego migra a intestino grueso (principalmente ciego) donde forma quistes que son eliminados con la materia fecal. Así como son eliminados inmediatamente son infectantes para cualquier especie. Estos quistes son altamente resistentes por lo que le confiere al protozoario una supervivencia muy prolongada en el suelo y agua.

La transmisión de la Giardiasis entre animales se da principalmente por ruta oro-fecal y ocasionalmente por consumo de alimentos o aguas contaminadas.

Los síntomas clínicos de la Giardiasis de los perros afectados son diarrea de diverso grado de gravedad y duración. Se puede presentar con diarreas agudas en gatos y perros cachorros , pudiendo luego pasar a diarreas crónica , con pérdida de peso y mal estado como consecuencia del síndrome de malabsorción / maladigestión de los alimentos.

Para el diagnóstico de la Giardiasis se debe recurrir a exámenes de materia fecal , con técnicas que no son las de rutina, por ello se suele pasar por alto el diagnóstico.

El tratamiento es en forma médica . Pudiendo usarse diferentes drogas que las prescribirá el Médico Veterinario según cada caso.

Actualmente existe una vacuna para usar en forma preventiva. El protocolo sería vacunar al cachorro a partir de las 6 semanas. Se debe efectuar revacunación anual. Los criadores pueden vacunar a las madre antes del celo, para proteger a la futura camada.


Consideración en salud pública de Giardiasis

Hay diferentes especies de giardias, algunas de las cuales son importantes en la salud pública. No se ha determinado fehacientemente que papel juega el perro con respecto a cada una de estas. Por lo tanto hasta el momento se puede decir que tener una mascota no implica un riesgo extra de contraer la enfermedad.

El hombre puede contraer la enfermedad por el consumo de frutas y hortalizas contaminadas. Pero la principal vía de transmisión es el consumo de aguas contaminadas.


El agua puede ser:

Agua cruda: sin potabilizar, son cursos de aguas naturales que pueden contener quistes.

Agua potabilizada: hay que tener en cuenta en qué condiciones estaba el agua antes de potabilizarla y que no tenga contaminación con agua residual (antes o posterior al tratamiento de potabilización).

Estos dos factores son importantes ya que la potabilización no garantiza la eliminación de los quistes del parásito, debido a que estos son muy resistentes al proceso de cloración. Los niveles de cloro para destruir los quistes están muy por encima del los valores aceptados para el consumo humano. El único proceso de la potabilización que elimina los quistes es la correcta filtración del agua.

Los áscaris Toxocara

La Ascaridiasis es una enfermedad zoonótica (que se transmite al ser humano) que comúnmente afecta a perros y gatos, sus agentes causales son parásitos Toxocara , los que en uno se sus estadios larvarios pueden afectar a los humanos. En los animales es una parasitosis muy difundida entre el 20 al 40 % la padecen.

En los humanos la Ascaridiasis afecta principalmente a los niños, el primer caso registrado en el país fue el de una niña, internada en el Hospital de niños “R. Gutiérrez” en 1965. Se considera que es mas frecuente de los que se cree y además sus síntomas no son característicos como para sospechar de la enfermedad teniendo que recurrir a métodos complementarios de laboratorio para su diagnostico.

El parásito adulto de la Ascaridiasis mide entre 5 y 10 cm. de largo, es un gusano que parasita en el intestino delgado de los animales.

La hembra del parásito pone huevos microscópicos que son eliminados con la materia fecal, contaminando suelos; luego de un periodo de 15 días, en condiciones favorables de humedad y temperatura son infectantes, capacidad que perdura durante largo tiempo. Al ser ingeridos por otros animales o humanos inician su ciclo, llegan al intestino, lo atraviesan, pasan a la vía sanguínea, por donde llegan al hígado y a los pulmones donde se transforman en su segundo estado larvario de tamaño microscópico, que al toser son deglutidos con las secreciones mucosas llegando nuevamente al intestino donde alcanzan el tamaño adulto, diferenciándose machos y hembras, reproduciéndose.

En perras preñadas las larvas pueden atravesar la placenta, y sus cachorros nacen parasitados, o lo hacen luego de nacidos al beber calostro. El 90% de los cachorros nacen con parásitos.-

Los síntomas clínicos de la Ascaridiasis en los animales son variados, pueden observarse diarreas, tos, prurito, enflaquecimiento, pelaje deslustroso, trastornos en el crecimiento, llegando a provocar la muerte en casos extremos.

Los humanos se contagian por vía oral, por medios contaminados o por estrecho contacto con animales parasitados, relacionado con malos hábitos higiénicos.

El ciclo evolutivo de la Ascaridiasis en los humanos es incompleto, se detiene en el segundo estadio larvario, no llegando a la forma adulta intestinal.

Esta larva migra por los tejidos del paciente hasta que las defensas del individuo la detienen, a esta forma se la denomina Larva Migrans Visceral (LMV). La sintomatología humana varia de acuerdo a la localización de las larvas en el organismo; en general producen fiebre moderada, falta de apetito, manifestaciones alérgicas cutáneas, dolores musculares y articulares; en particular pueden ocasionar trastornos bronco pulmonares, cardiológico y neurológicos.

Es de destacar que estas larvas tienen predilección a ubicarse en el tejido retiniano del ojo, afectando la visión de manera unilateral, produciendo lesiones severas, que pueden llegar a la perdida de la capacidad visual del ojo afectado.

Las medidas que debemos tomar para combatir la Ascaridiasis :

Control periódico de nuestros animales domésticos por medio de Medico Veterinario, realización de Análisis de Materia Fecal para determinar la presencia de huevos y establecer el tratamiento correspondiente.

Evitar el acceso de perros a parques, plazas, areneros o DEJARLOS SUELTOS EN LA CALLE, donde frecuentan niños por el peligro de contaminación.

Mejorar hábitos higiénicos especialmente en los niños.

Higienizar cuidadosamente las verduras, sobre todo aquellas que se comen crudas.

Mejorar las conductas sanitarias de la población mediante la educación.

La enfermedad del gusano del corazón

Dirofilariosis canina
Una enfermedad que crece día a día



La Dirofilariosis canina (Gusano del Corazón) es una enfermedad presente en todo el mundo, antes en la Argentina esta enfermedad solo se conocía en las provincias de Chaco, Formosa, Corrientes, Misiones, Entre Ríos y Santa Fe, actualmente se ha detectado también en zonas de la Provincia de Buenos Aires como Pergamino, Azul, San Nicolás, Tandil, Mar del Plata y Campana. La mayor incidencia ha sido registrada en la zona Norte y Sur del Gran Buenos Aires.

La Dirofilariosis canina ha ido en aumento debido al traslado de los animales de zonas de riesgo a centros turísticos, es así como en Capital Federal día a día se registran mayor número de casos.

La Dirofilariosis canina es causada por un parásito denominado Dirofilaria immitis, que se localiza en su estado adulto en el corazón (de ahí toma el nombre de enfermedad del Gusano del Corazón).


La Dirofilariosis canina es transmitida por los mosquitos:

Cuando un mosquito pica a un animal enfermo, succiona sangre que contiene el parásito.

Dentro del mosquito el parásito se desarrolla a su forma infectante, que se va a localizar en el aparato picador del mosquito y cuando el mismo vuelve a picar a otro animal le deposita dicho parásito debajo de la piel del perro.

A partir de aquí la Dirofilaria llega a la sangre por medio de la herida producida por el mosquito y luego de atravesar distintos tejidos, este se desarrolla hasta ser un parásito adulto y al cabo de tres meses llega al corazón.

A los seis a siete meses después de la infección inicial hay formación de nuevos parásitos dentro del organismo del perro, denominados microfilarias.

En el corazón de los perros, los parásitos jóvenes pueden alcanzar cerca de 6 centímetros de longitud, mientras que las hembras adultas pueden medir 25 a 30 centímetros y los machos entre 13 y 16 centímetros de longitud.

Los síntomas de Dirofilariosis canina en los animales, son un reflejo del número de parásitos y de la duración de la enfermedad. Siendo los más frecuentes: tos y dificultad respiratoria, además pueden presentar fiebre, falta de apetito, intolerancia al ejercicio, pérdida de peso. En general estos síntomas son progresivos durante un lapso de pocas semanas hasta seis meses o más, si el perro no es tratado estos parásitos adultos alteran la circulación sanguínea, causando daños al corazón e incluso producir la muerte del animal.

Por lo general el curso de la Dirofilariosis canina es crónico con un período donde el animal no presenta síntomas, denominado subclínico o asintomático que puede variar de meses a años dependiendo del número de parásitos adultos, de como reacciona el organismo del perro ante la presencia del parásito y del tiempo de infección.

Este período asintomático es muy importante ya que los perros están enfermos a pesar de gozar de buena salud para sus dueños.

Como la mayoría de los animales no presentan síntomas y debido a que la difusión de la enfermedad ha ido en aumento, es necesario realizar la consulta con el médico veterinario quien en su consultorio por medio de un sencillo test (Witness) y en 5 minutos podrá decirle si su mascota se encuentra enferma.

Si el perro tuviera Dirofilariosis canina se debe establecer en que etapa de la misma se encuentra por medio de diferentes estudios: exámen clínico, análisis de sangre, orina, radiografía de tórax y electrocardiograma, con estos estudios el médico veterinario determina cual es el mejor tratamiento para cada animal (Immiticide).

Lo más importante como en toda enfermedad es la prevención, que se puede comenzar a partir de los 45 días de vida por medio del Cardomec Plus que viene en forma de Golosina, es de excelente aceptación por parte de los animales y de gran eficacia, administrándolo una vez por mes, evitamos el contagio de esta grave enfermedad.

La transmisión de la Dirofilaria a los humanos puede ocurrir mediante la picadura del mosquito, provocándole lesión a nivel de la piel o seguir progresando hasta ocasionar una lesión a nivel pulmonar, debido a que esta rara vez se reconoce, la prevención de la dirofilariasis humana depende en parte, de la reducción de la prevalencia de la enfermedad canina.

En la Argentina el número de perros que están expuestos a la Dirofilaria del Gusano del Corazón es cada vez mayor como consecuencia de una continua diseminación de la enfermedad. En parte debida al tránsito de perros de unos lugares a otros y a la adaptación de los mosquitos a climas más fríos.

Donde existan los perros y los mosquitos existe el riesgo de que esta se transmita, por lo que son más recomendables las medidas preventivas.

Al ser la Dirofilaria un parásito que puede afectar a todas las razas de perro de cualquier edad, independientemente que sea un animal de compañía, un perro de campo, un reproductor, que viva adentro o afuera del hogar. Entonces, ¿cuáles son los perros con riesgo de infección?

Todos los perros en la Argentina están expuestos en mayor o menor grado a la enfermedad del Gusano del Corazón y deberían ser protegidos frente a una posible infección mediante la prevención.

Para finalizar, no olvidemos que la mejor manera de mantener sana a nuestras mascotas es consultando al médico veterinario.

3 de cada 10 mascotas tienen parasitos

Nuestras mascotas son animales de confianza, que nos demuestran su amor, cariño y confianza.

Según un estudio presentado recientemente, el 30% de los animales domésticos que existen en España tienen parásitos contagiosos y dañinos para el hombre.-

En España hay censados 4,3 millones de perros y 3 millones de gatos, de los cuales un treinta por ciento se encuentra sin desparasitar, y pueden contagiar enfermedades infecciosas a los seres humanos, en especial niños, mayores, embarazadas e inmunodeprimidos. Así lo señala un informe de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.

El estudio revela que más del 50% de los dueños de estas mascotas desconoce que sus animales de compañía puedan causar enfermedades en personas, y el 23% no sabe lo que es un parásito intestinal, uno de los principales microorganismos que pueden pasar de los animales a los humanos y causarles graves trastornos e importantes enfermedades.

A estas enfermedades infecciosas que se transmiten de los animales a los humanos se las denominan zoonosis, y la vía de contagio es, en la mayoría de las ocasiones, muy simple, y por ende, muy fácil de que ocurra. Los principales focos de contagio son los parques y calles, lugares abiertos que suelen estar llenos de excrementos de perros, y en donde niños y mayores juegan y se relacionan con estos animales y el ambiente que les rodea.


¿Qué enfermedades pueden transmitirnos?

Los parásitos viven a expensas de otros seres. En el hombre, al igual que en los animales, pueden encontrarse dentro o fuera del cuerpo. Los más comunes son las lombrices intestinales o ascárides, las amebas, la solitaria o tenia, los alfilerillos u oxiuros, la giardia y el cisterco.

Los dos grupos de parásitos intestinales (microorganismos, larvas o gusanos) más frecuentes que podemos encontrar en el perro y el gato son los nematodos o "gusanos redondos" y los cestodes o "gusanos planos".-

Uno de estos parásitos, que se incluye entre los más peligrosos, es el denominado Echinococcus, un gusano que en el hombre puede provocar la enfermedad conocida como hidatidosis o "quiste hidatídico", trastorno que pueden llegar a contagiar hasta un 6% de los perros. Consiste en la formación de quistes que contienen las mencionadas larvas en el hígado, el pulmón y otras vísceras. El perro y el gato la adquieren comiendo vísceras infestadas, y el hombre, por la ingestión de huevos de la tenia.

El único tratamiento que existe es el quirúrgico, y tiene un serio riesgo de muerte.

La giardiasis es otra importante enfermedad producida por un parásito microscópico (no es un gusano). Provoca cuadros de diarrea aguda, intermitente o persistente. Muchos adultos pueden tener sólo molestias tales como flatulencia (gases), borborismos (ruidos intestinales evidentes) e intolerancia a grasas, lo que les hace pensar que se encuentran enfermos del hígado cuando, sin embargo, no es así. Su contagio es muy fácil ya que los quistes del parásito no sólo están en las heces de los animales y en los excrementos y manos de las personas, sino que también se encuentran en el ambiente, la tierra y el polvo, lo que hace más complicada su prevención.

Otras infecciones que pueden "pasar" de los animales al hombre son aquellas que provocan diarreas, alteraciones de piel y lesiones oculares. Todas ellas infectan al ser humano a través de la ingestión de los huevos de los parásitos, cuya principal vía de transmisión son las heces de los animales, que contaminan el agua, los objetos y las manos. Y es que las heces de nuestros "mejores amigos" son altamente contaminantes porque las larvas de los parásitos pueden permanecer activas en los excrementos durante largos periodos de tiempo, siendo un potencial foco de peligro de infección.


Medidas de prevención de contagio

Lo que hay que evitar en primer lugar es que el animal de compañía se contagie, para ello han de cumplirse unas mínimas normas de higiene y medidas preventivas de salud y vacunación de los mismos (es fundamental que nuestras mascotas estén vacunadas contra las enfermedades más comunes y específicas de cada especie).

Según Guadalupe Miró, profesora y titular de Parasitología y Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria, y responsable del estudio antes citado, los propietarios deben administrar antiparasitarios a sus mascotas al menos cuatro veces al año - (cada 3 meses). Además, se recomienda evitar que jueguen en el agua de lugares contaminados, donde pueden adquirir estos parásitos.

Además, como medida preventiva de contagio a otras personas, se recomienda recoger siempre sus heces, y evitar que éstas queden expuestas al resto de personas (en especial niños). Al igual, no deben dejar que les lamen la cara, y siempre lavarse las manos después de tocar a un animal, ya que también existen parásitos en el perro y otros animales domésticos que pueden ser contagiados a través de la lengua del animal.

Una adecuada educación sanitaria de los dueños es vital para evitar males mayores.


¿Cómo sabemos si estamos contagiados?

Lo primero que hay que saber o tener en cuenta es si hemos estado expuestos a un animal no desparasitado, ya que el contagio suele producirse con total desconocimiento por nuestra parte.

La sintomatología observada en los perros y gatos parasitados es principalmente de tipo digestivo, pudiendo aparecer diarrea y/o vómito esporádicos o crónicos. Éste es el síntoma más frecuente; el problema es que muchos dueños no le prestan atención ya que son episodios que aparecen y desaparecen. En cualquier caso, una vez que se sospecha la existencia de parásitos debemos poner al animal en manos de un veterinario para que establezca el tratamiento adecuado de desparasitación.

En el caso de las personas, los síntomas son más visibles y fáciles de reconocer: dolor de estómago y de cabeza, falta de apetito, decaimiento, debilidad, palidez, náuseas, mareos, rechinar de dientes al dormir, comezón alrededor del ano; episodios alternos de diarrea y estreñimiento; presencia en el excremento de moco, sangre o incluso de las lombrices mismas.

Cuando una persona tiene parásitos, lo más probable es que otros miembros de su familia también los tengan, por lo que el tratamiento se les debe dar a todos, no únicamente a aquel que ha manifestado los síntomas, ya que éstos pueden no ser apreciados al inicio del contagio.

De cualquier forma, hay que acudir inmediatamente al médico para ser tratado adecuadamente del parásito específico del que se está infectado.

Y es que no hay lugar del ser humano que no pueda ser invadido por algún tipo de parásito, proveniente de un animal o no. El pelo, la piel, los pulmones, el cerebro, el corazón, el hígado, los intestinos, o los ojos, están expuestos a la invasión parasitaria.
 

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