Historia de la raza Shih Tzu.

Historia de la raza Shih Tzu.


Este es un lindo ejemplar de perro Shih Tzu.

El nombre de Shih Tzu, con el que denominaban a la raza los chinos, significa "perro león tibetano".  La teoría más ampliamente aceptada con respecto al origen del nombre  "perro león" es que la raza, adecuadamente peinada y acicalada, podía considerarse una representación verosímil de un león en miniatura.
Hay varias razas de "perros leones" asiáticos, de cara corta y de pelo largo, cuyos linajes se remontan a muchos siglos. Entre estas razas figuran el Shih Tzu, el Lhasa Apso, y el Pequinés (y, posiblemente, el Chin japonés). Otra raza con una conformación corporal semejante, pero que carece de pelo largo, es el Pug.
Los "perros leones" a diferencia de otras muchas razas en China, gozaban de protección durante toda su vida, se les concedía altos honores, y los eunucos, e incluso el ejército,tenían la misión de guardarlos.
Se alojaban en la mejor zona del Palacio Imperial, dormían sobre las sedas más ricas, y se alimentaban de la mesa personal del emperador.
Durante la dinastía Manchú (fundada en 1583) el Dalai Lama del Tíbet  tenía
la costumbre de enviar regalos propiciatorios de perros Apsos, altamente apreciados, al poderoso emperador de China. Además, los generales manchúes que regresaban de invasiones triunfantes del Tíbet durante el siglo XVIII adquirieron la costumbre de llevar consigo estos perros como trofeos de guerra.
Esos perros eran colocados, con gran ceremonia, a los pies del emperador como símbolos de las victorias manchúes por los oficiales jovenes que más se habían destacado en la campaña.  La cepa fundacional de los Shih Tzu fueron probablemente estos Apsos tibetanos del palacio real chino y los pequineses chinos nativos.
Sin embargo, posiblemente el cruce de razas fue más extenso de lo que generalmente se pensaba, aunque no se sabe con certeza si fue intencionado o no.
La primera mención del Shih Tzu aparece en documentos que se remontan al
624 d. de C. Por lo que sabemos, la primera referencia a estos menudos perros se
realizó en la dinastía Tang, cuando K`iu Wen Tai, rey de Viqur, ofreció a la corte
china una pareja de perros (macho y hembra) en el 624 d. de C. Se dijo que procedían de Fu Lin (probablemente el imperio bizantino) y fue entonces, por primera vez que hubo perros de Fu Lin en China. Se encuentran menciones de nuevo en el período 990-994 d. de C., cuando los habitantes de Ho Chou     ( provincia de Ssueh-Van)  enviaron perros como tributo. Eran pequeños, inteligentes, constantemente domesticados y dóciles. Se 
sentaban a los lados del trono imperial donde, en cada audiencia,tenían que menear la cola y ladrar.
Otra teoría sobre la introduccióbn de la raza en China es que estos perros fueron trasladados desde el Tíbet, como tributo a la corte china en el año 1644. Se les presentó a los emperadores Chien Lung  y K`Ang Hsi, así como a otros soberanos chinos, como un recordatorio lisonjero de la Asociación  Lamaística del Nombre
Dinástico con Manjusri,el dios de la Sabiduría, que estaba acompañado habitualmente por un perrito mascota, al cual podía transformar en un poderoso
león para utilizarlo como corcel.  Estos perros fueron criados en la Ciudad Prohibida de Pekín, y se conservan muchas pinturas de ellos en el Libro canino
imperial. Se admitían todos los colores, pero los colores favoritos de la emperatriz Dowager eran miel, amarillo y dorado, pues el amarillo era el color imperial.
Dado que el más pequeño de estos perros parecía un león, tal como se representaba en el arte oriental, y que en las creencias budistas hay una asociación entre el león y su deidad, los perros enviados a China habrían
 sido seleccionados cuidadosamente entre los mejores de su clase. De estos perros 
se desarrolló el Shih Tzu, llamado por los chinos el "perro con cara de crisantemo", debido a la forma en que le crece el pelo en la cara, algo parecida
a esta flor.
Estos perros poseían cualidades amables y encantadoras, con su sedoso pelaje
de color miel, que impresionaban a los chinos y despertaban su sensibilidad. Estos perros leones, como los pequineses, eran el producto de innumerables
generaciones de cría cuidadosa. Al ser criados especialmente para parecerse
al león budista semimítico tal como los chinos lo imaginaban, se creía que estos perros compartían ese poder formidable de la criatura mística.
Cuando llegaron los primeros Shih Tzu  a la corte imperial de Pekín, la emperatriz Dowager los mantuvo separados de sus favoritos, los pequineses, y se controló severamente su crianza, pues los consideraba  tesoros del  Tíbet muy valiosos. La costumbre cesó en 1908 con la muerte de la emperatriz 
Dowager.
Durante la revolución china fueron aniquilados muchos de estos perros. Posteriormente, y durante muchos años, los chinos los siguieron criando, pero
rehusaban firmemente venderlos. Aún en 1937 se creía comunmente que, aunque los chinos ya estaban dispuestos a vender sus Shih Tzu, no querían que abandonasen el país y que pondrían cristal en polvo en su comida antes de que lo
hicieran. Quizás hubiera alguna base de verdad en todo ello, ya que la mayoría
de los Shih Tzu sacados del país murieron al cabo de poco tiempo.

Hasta 1930 no se importó la primera pareja de Shih Tzu en Gran Bretaña, tambien en 1930 se importo un macho a Irlanda, En 1934  se fundó el Shih Tzu
Club, con la condesa de Essex como presidenta. Los primeros campeonatos se
celebraron en 1940.  En 1956 se constituyó el Manchu Shih Tzu Club.  La raza llegó a Estados Unidos en 1950,  en 1955 el American Kennel Club reconoció al Shih Tzu como una raza distinta y permitió que fuera exhibido dentro de la Miscellaneous Class.  En 1957 se fundó el American Shih Tzu Club.


La razón de que no se hubiera oído hablar anteriormente del Shih Tzu es que era imposible obtener uno durante el reinado de los emperadores chinos; los perros eran propiedad personal de la familia real, y cualquier persona que tratase de adquirir uno por medios ilegales, era condenada a muerte rápidamente. El Lhasa Apso, muy similar o posiblemente idéntico al progenitor del Shih Tzu, llegó a
Gran Bretaña a través de la India desde el Tíbet